El aprendizaje social sostiene que las niñas y niños
aprenden la mayoría de las conductas imitando el comportamiento de otras
personas, especialmente de las que son más significativas para ellos.
Desde esta corriente se argumenta que la práctica totalidad
de los esquemas de roles no son innatos y no están determinados, sino que son
aprendidos.
La formación de los roles de género se produce de forma
rápida y se lleva a cabo, principalmente, en los primeros años de vida.
Los niños y las niñas aprenden sobre la conducta adecuada a
su género a partir de la observación, siendo su primer y principal modelo su
familia.
LAS TEORÍAS COGNITIVAS J. PIAGET Y L. KOHLBERG
Defienden que a medida que los niños y las niñas van
progresando en el terreno intelectual y cognitivo, van perfeccionando su idea
sobre el género.
La adquisición de la constancia de género
La teoría de la constancia de género está avalada por
numerosos estudios que muestran que a los 6 años las niñas y niños ya
comprenden que el sexo es permanente.
L. Kohlberg defiende que antes de que un niño o niña llegue
a la adquisición de la constancia de género debe pasar por tres etapas:
1. Etiquetado de género
2. Estabilidad de género
3. Consistencia de género
LA TEORÍA DEL ESQUEMA DE GÉNERO
Defiende que los niños usan su autopercepción de género para
evaluar las conductas ajenas y para interpretar su entorno y su propio mundo y,
a medida que van creciendo, van acercando su propia conducta a dichos esquemas.
En el futuro el niño irá ampliando el esquema y el
conocimiento de cosas consideradas para su género, mientras que dejará de
prestar atención o sabrá menos de las cosas que se consideran para el género
contrario.
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